En el marco de las Jornadas Científicas Internacionales sobre Transgénicos - "Los transgénicos en el ámbito científico, agrícola, medioambiental y de la salud", que se llevaron a cabo el 10 y 11 de noviembre en Madrid, se hizo una importante presentación de científicos europeos y españoles que expusieron sus principales hallazgos sobre los riesgos e impactos de los cultivos y alimentos transgénicos presentando evidencias científicas sobre sus impactos ambientales, sociales y económicos y sobre sus riesgos para la salud, así como para rechazar su introducción en la agricultura y la alimentación.
Una de las conclusiones principales a las que han llegado de forma unánime los ponentes es que el cultivo de los transgénicos al aire libre supone un grave peligro para la salud y el medio ambiente, y no tiene nada que ver con el empleo de esta tecnología en laboratorio, en ambientes confinados, como su uso con fines médicos.
Michael Antoniou, experto en genética molecular y médica del King’s College, ha destacado durante su intervención que la tecnología de los transgénicos se basa en conceptos genéticos ya superados por la ciencia, que no están abalados por los últimos hallazgos de la genética. A su vez el catedrático de biología molecular de la Universidad de Caen, Gilles Seralini, ha señalado que los mecanismos de evaluación de riesgo previos a la liberación de un transgénico no están diseñados para proteger ni la salud, ni el medio ambiente.
Por su lado, la doctora en ciencias biológicas, Mª del Carmen Jaizme, ha asegurado que los microorganismos del suelo también son víctimas de los cultivos transgénicos, y por lo tanto la fertilidad de nuestros suelos y nuestra alimentación están en juego.
El profesor de genética molecular en la Universidad de París, Christian Vélot, ha apuntado que casi la totalidad de las plantas transgénicas producen pesticidas en sus células o son cultivadas con enormes dosis de pesticidas. Con la conclusión de que “al comer transgénicos estamos comiendo veneno”.
También se realizó un interesante debate entre miembros del Parlamento Europeo sobre la Evaluación de riesgos en materia de OMG, así como la propuesta de cambio legislativo de la Comisión Europea. España es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala, mientras que países como Francia, Alemania, Suiza y Hungría han prohibido el cultivo del maíz transgénico que se cultiva en España, en atención a los argumentos ambientales, sanitarios, económicos y sociales en contra de los mismos.