"2 DE FEBRERO: DIA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES"

El 2 de febrero se celebra a nivel mundial el día de los humedales, con base en la Convención sobre los Humedales adoptada en Ramsar (Irán) el 2 de febrero de 1971, que entró en vigor en 1975. La Convención de Ramsar como se le conoce, es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional, y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos, siendo el único tratado global relativo al medio ambiente que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular. El número de Partes Contratantes de la Convención de Ramsar es de 159, y el texto actual de la misma lo encontrarán en la Sección de Eco-Documentos (columna izquierda) de este blog.

Los humedales son ecosistemas totalmente inundados, al menos una parte del año, se trata de extensiones o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros, es decir que se consideran humedales a los: pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.

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Es importante conservar los humedales por las siguientes razones:

- Porque cumplen funciones ecológicas fundamentales, como reguladores de los regímenes hidrológicos, y como hábitat de una muy rica biodiversidad a todos los niveles -especies, genético y ecosistema, especialmente como hábitat de aves acuáticas.

- Constituyen un recurso de gran valor económico, científico, cultural y recreativo para la comunidad.

- Desempeñan un papel esencial en la adaptación al cambio climático, y en la atenuación de sus efectos.

- La progresiva invasión y pérdida de humedales causa daños ambientales graves, y a veces irreparables a la prestación de servicios de los ecosistemas.

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Las Partes Contratantes, o Estados Miembros, de la convención se han comprometido:

1. A designar humedales adecuados que cumplan los criterios para la Lista de Humedales de Importancia Internacional ("Lista de Ramsar") y garantizar su gestión eficaz, para “crear y mantener una red internacional de humedales que revistan importancia para la conservación de la diversidad biológica mundial y para el sustento de la vida humana a través del mantenimiento de los componentes, procesos y beneficios/servicios de sus ecosistemas”. La lista de los sitios Ramsar podrán verla en detalle por país en: http://www.ramsar.org/pdf/sitelist.pdf, y por orden de fecha de designación en http://www.ramsar.org/pdf/sitelist_order.pdf, con un total de sitios designados actualmente de 1,886, que corresponden a una superficie total de 185,156,612 hectáreas. Panamá cuenta con 4 humedales en la lista, a saber: Golfo de Montijo (Veraguas); San San-Pond Sak (Bocas del Toro); Punta Patiño (Darién) y la Bahía de Panamá (Ciudad de Panamá), que corresponden a 159,903 hectáreas.

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2. Trabajar en pro del uso racional de todos los humedales de su territorio mediante la planificación nacional del uso del suelo, normativas y legislación apropiadas, medidas de gestión, y la educación del público.

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3. Cooperar internacionalmente con respecto a los humedales transfronterizos, los sistemas de humedales compartidos, las especies compartidas y los proyectos de desarrollo que puedan afectar a los humedales.

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Por todo lo anterior, los humedales deben restaurarse y rehabilitarse siempre que sea posible, y conservarse asegurando su uso racional, es decir, procurando el "mantenimiento de sus características ecológicas, lo cual se logra mediante la implementación de enfoques por ecosistemas, dentro del contexto del desarrollo sostenible", según la filosofía de Ramsar, y es que la protección adecuada de los humedales es de vital importancia para el balance ecológico en la naturaleza, y por ende en nuestro planeta. Por lo que, es importante entender y colaborar en este esfuerzo por cuidar de los mismos, dando el respeto y cuidado necesario a los humedales por parte de todos.

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Fuentes:

- Afiche proporcionado por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) de Panamá.

- Información tomada del sitio oficial de la convención, para más detalles pueden visitar: http://www.ramsar.org/

Reciclaje de Pilas: Eliminando el mercurio en forma adecuada

Las pilas o baterías caseras tan comúnmente usadas por todos nosotros, son por un lado muy prácticas, pero por otro lado muy contaminantes para el medio ambiente, ya que las mismas contienen diferentes metales, entre los que se encuentra el mercurio (así como también contienen: cadmio, níquel, magnesio y zinc).

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Por lo anterior, es muy importante NO arrojarlas al cesto de la basura, ya que las mismas van a parar a los vertederos de basura (tampoco deben enterrarlas), donde eventualmente por la acción del tiempo y los elementos se descomponen, y terminan vertiendo los metales pesados tóxicos que las componen, contaminando así el suelo y por ende al agua mediante su filtración a los depósitos subterráneos, y de ahí a nuestros mares, y si son incineradas (en algunos lugares se quema la basura, incluidas las pilas ahí depositadas) liberan dioxinas en el aire, contaminándolo, además de regresar a la tierra arrastrado por la lluvia. El mercurio se oxida al mezclarse con la basura, y aunque el mismo es bastante insoluble, los microorganismos presentes (bacterias y otros procesos naturales), lo transforman en metilmercurio, que es aún de mayor toxicidad y contaminación ambiental, como cuando ocurre la contaminación de las aguas por este metal. Para ilustrar, tomen nota que una sola pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua, y una pila alcalina puede contaminar 167 mil litros de agua. En cuanto a la contaminación de los suelos, hay algunos estudios recientes que sugieren que el mercurio ocasiona una reducción de la actividad microbiológica en los suelos, siendo que dicha actividad microbiológica es vital para la cadena alimentaria terrestre.

Como pueden apreciar, tanto el metal como sus compuestos son muy tóxicos a todo nivel. En el caso del mencionado metilmercurio que es un compuesto orgánico del mercurio, el mismo puede acumularse en la cadena alimentaria al contaminar nuestros mares y ser absorbidos por los peces, alcanzando concentraciones altas, que resultan un veneno para el sistema nervioso, y por ende terminan afectando seriamente la salud de los seres humanos al consumir pescado o mariscos contaminados.

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El mercurio puede ocasionar desde daño al sistema nevioso, a las funciones del cerebro, al ADN y los cromosomas (lo que conllevaría defectos de nacimiento y abortos), hasta afectar el funcionamiento normal de varios órganos vitales como los riñones y el hígado, también afecta la vista y la movilidad, y según algunos estudios puede ocasionar cáncer debido a sus componentes cancerígenos, entre otros efectos negativos.
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Por todo ésto, se debe crear conciencia sobre la disposicion adecuada de las pilas o baterías caseras, una vez éstas terminen su vida útil. Debemos sin lugar a dudas tratar de reducir su uso al máximo (sólo usarlas cuando sea realmente necesario), nunca compres pilas piratas ya que son incluso más tóxicas, y si puedes pagarlas elige las recargables, ya que pueden sustituir 300 pilas desechables, y recuerda que al terminar de usarlas, debemos RECICLARLAS, guardándolas en un recipiente de plástico como primer paso, por supuesto que las mismas deben estar en buen estado después de usarlas, que no estén liqueando ni hayan pérdido su protección externa.

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Las pilas o baterías caseras que pueden reciclarse son:

- Las pilas tipo botón (como las que se usan en los relojes y calculadores, aún cuando tienen un tamaño reducido, resultan ser más contaminantes).

- Las pilas para equipos inalámbricos.

- Las pilas comunes (D, AA, AAA).

- Las pilas recargables que debamos desechar.

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Posteriormente, al tener una buena cantidad acumulada debemos llevarlas a las empresas o lugares que tengan recolectores especiales para las mismas. En este sentido, quiero resaltar una nueva campaña que se puso en marcha recientemente en Panamá, por parte de la Misión Mercurio Cero, que es un proyecto de la Alianza Contaminación Cero, promovida por las empresas ECOLOGIC y RECIMAX, entre otras, la cual se ha denominado "PONTE LAS PILAS CON LAS PILAS", y mediante la que se estará ubicando en distintos sitios de la ciudad, los recolectores correspondientes para la disposición final adecuada de las pilas, a través de la posterior extracción del mercurio y componentes tóxicos de éstas de forma segura.

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Actualmente, esta campaña ya cuenta con el primer recolector instalado en el Almacén Orgánica en Punta Paitilla, a la que pueden llevar sus pilas recicladas. Igualmente, tienen programado llevar a cabo los días 24 y 25 de abril próximo, en el Parque Omar de la Ciudad de Panamá, una actividad de recolección de pilas y baterías caseras (de acuerdo a las indicadas arriba), así como de tubos flourescentes, lámparas de bajo consumo, y termómetros de mercurio. Esta es una nueva y maravillosa iniciativa para cuidar de nuestro medio ambiente; por lo que, reciclen sus pilas y demás productos indicados durante todo el verano, y participen de esta actividad para que podamos eliminar el mercurio en forma adecuada para el planeta, y para los seres humanos.

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Para más información sobre la campaña de recolección de pilas "PONTE LAS PILAS CON LAS PILAS", o sobre la Misión Mercurio Cero, pueden accesar la página: http://mercuriocero.blogspot.com/.

Fotografía: Mara Wolf

Decepcionante la Cumbre de Copenhague

Ya es de todos conocidos que la Cumbre de Copenhague no llenó las expectativas que se tenían de un acuerdo real y vinculante, que permitiera reducir las emisiones de dióxido de carbono lo suficiente para evitar el calentamiento global del planeta por encima de los 2 grados, y evitar así una catastrofe ambiental en los próximos años. El resultado fue un "acuerdo de mínimos" que no es más que un compromiso débil que no solucionará nada (pueden ver la versión en inglés del Acuerdo de Copenhague en la sección de Eco-Documentos, columna izquierda de este blog).

No hay mucho más que decir al respecto, sólo que una vez más nuestros líderes mostraron su incapacidad en ponerse de acuerdo al fallar miserablemente en una meta tan vital e importante para todos. La falta de compromiso real de parte de las grandes potencias como los Estados Unidos, y de las naciones emergentes como China e India, que en este último caso no quisieron "sacrificar" el mal llamado "progreso" que están experimentando, en aras de un interés mayor, puso en evidencia el que nuestra especie inteligente y dominante en este planeta, no parece entender que protegiendo nuestro entorno, nos protegemos a nosotros mismos. Una vez más la lucha de poder entre los poderosos y los intereses económicos particulares que según expertos ejercieron en la sombra las grandes corporaciones de la industria de los combustibles fósiles a nivel mundial, privaron frente al interés común de la presente y futuras generaciones. Tal como lo dijo una vez Al Gore..."Tenemos lo necesario contra el calentamiento, salvo voluntad política".

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Ahora bien, debemos reconocer que países del Continente Africano presentaron propuestas sostenibles, los países de la Unión Europea estaban dispuestos a un acuerdo obligatorio y vinculante, e incluso países latinoamericanos como Brasil tuvieron posturas alentadoras en la búsqueda de un acuerdo más ambicioso, y aunque lamentablemente no fueron lo suficientemente enérgicos y se dieron por vencidos en lugar de imponerse, en el fondo demuestra que no todo está perdido, porque éstas y otras naciones concientes y preocupadas seguirán luchando e implementando voluntariamente los planes adecuados y las reducciones necesarias para combatir el calentamiento global.

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Por otro lado, considero que si hubo un éxito en Copenhague fue de la sociedad civil, ya que como nunca antes hubo movilizaciones, demostraciones, y unión entre todos, no importando la raza ni las creencias, y sólo teniendo como única meta luchar por salvar a nuestro planeta y por lo que es mejor para la humanidad. Si bien es cierto que se perdió una gran oportunidad, debemos mantenernos positivos y donde fallaron nuestros líderes, sigamos demostrando que como sociedad civil sí estamos dispuestos a ponernos de acuerdo en hacer los cambios necesarios en nuestra vida diaria, en nuestros hábitos de consumo, y en nuestra forma de pensar y actuar en definitiva, sigamos adelante luchando por cuidar de nuestro hogar a gran escala, nuestro planeta, y esperemos que en la próxima cumbre que convoque a los mandatarios, éstos puedan ver más allá de sus intereses particulares, y hagan lo que tengan que hacer de su parte por evitar el calentamiento global, porque nosotros los activistas y la sociedad en general sí haremos nuestra parte.