La asombrosa cifra de 1.300 millones de toneladas de alimentos que se desperdician anualmente no sólo provoca la incapacidad de alimentar a más gente o grandes pérdidas económicas, también supone un problema ambiental grande ya que ocasiona un grave daño a los recursos naturales de los que la humanidad depende para alimentarse, y la descomposición de los alimentos desperdiciados genera metano, uno de los principales gases de efecto invernadero.
Los invito a leer el informe de la FAO: La huella del desperdicio de alimentos: impactos en los recursos naturales, el mismo constituye el primer estudio que analiza los efectos del despilfarro alimentario a nivel mundial desde una perspectiva medioambiental, centrándose de forma específica en sus consecuencias para el clima, el uso del agua y el suelo y la biodiversidad. Más información en: http://bit.ly/1809LOS
Fuente: NACIONES UNIDAS.
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